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AGRO-FOTOVOLTAICA ¡DE MUTUO ACUERDO!

Cuando el agricultor creía que su actividad en el campo poco tenía que ofrecer a las nuevas tecnologías ¡llega la fotovoltaica y le estrecha la mano!


Llegados a este punto el Planeta crece en la demanda de energía solar. Una energía limpia, renovable y más asequible que los combustibles fósiles no ofrecen. Las renovables van siendo con carácter de urgencias imprescindibles en el campo.

Buscando sinergia la #agrofotovoltaica se posiciona en un buen puesto de salida y ofrece no solo sostenibilidad en un sector afectado por el cambio climático, sino, además, un espacio óptimo para las placas fotovoltaicas.

Las granjas solares combinan las ventajas de la agricultura más la fotovoltaica. Tomates, patatas, pimientos y todo cuanto alberga la tierra, conviven sobre la misma superficie.

Esta técnica ya fue propuesta y concebida por Armin Zastrow y Adolf Goetzberger en 1981.

La agro-fotovoltaica aprovecha la superficie del terreno para obtener la energía solar, así como la producción de productos agrícolas. Y aunque los paneles instalados en los cultivos proyectan algunas sombras, este punto puede que no sea tan positivo para algunos cultivos, pero si para otros que requieren de menos luz solar.

La sombra de los paneles aporta temperaturas diurnas más frías y temperaturas nocturnas más cálidas; el ahorro del agua también está presente en sus puntos a favor.

Según un estudio publicado por Nature, con que solo un 1 % de los terrenos cultivables se dedicaran a la producción de electricidad solar, sería posible compensar la demanda mundial de energía.

Aprovechar la energía solar en áreas agrícolas sin duda favorece el autoconsumo fotovoltaico. Esta permite un rendimiento superior gracias al uso de tecnologías de inteligencia artificial impulsando así el desarrollo de los pueblos.


Pero… ¿Cómo funciona la energía agro-voltaica?

Para elevar las placas, aproximadamente cinco metros de altura por encima de los terrenos de cultivo, se utilizan soportes fijos.

Esto permite el acceso a la maquinaria agrícola generalmente ubicada debajo. Otra propuesta es aprovechar los techos de los invernaderos.


Y si nos vamos a la agro-voltaica dinámica, consiste en instalar paneles sobre cables elevados (desmontables y más ligeros). Una alternativa que facilita al agricultor su desplazamiento según necesidad o estación del año.

Otros campos de cultivos tienen un sistema de seguimiento que permite orientar los paneles para maximizar su eficacia, una preferencia evita la proyección de las sombras en el mismo sitio. Requiere de un software para la meteorología y fases de crecimiento de los cultivos.

Usos separados y combinados:

Aplicaciones de la agro-fotovoltaica. A considerar posicionándose en sus múltiples ventajas.

  • Electricidad y pastos

Aquellos terrenos donde la meteorología no favorece, se podría aprovechar el suelo bajo los paneles como pasto para el ganado.

  • Electricidad + agua dulce + cultivo.

En las zonas costeras se usan en las plantas desalinizadoras produciendo agua para cultivo y consumo humano.

El valor económico de la agro-fotovoltaica según los entendidos, podría aumentar en más de un 30% al mejorar la eficiencia y rendimiento del terreno.


Parece que todo son ventajas, o al menos, en gran medida lo son. Algunos cultivos al amparo de los paneles solares son hasta un 328% más eficientes en el uso del agua y un 186% por hectárea gracias a la fotovoltaica.

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¡Hasta el próximo post!